Primer uso: Solo debés lavar las piezas con agua caliente antes de utilizarlas por primera vez. Luego, recomendamos conservarlas en su caja original para guardarlas de forma segura.

Limpieza: Dejar enfriar la pieza durante unos minutos antes de lavarla. No utilizar elementos abrasivos para su limpieza. Luego del lavado, procurar secar bien y no guardar las piezas mientras estén húmedas. Almacenar en un lugar seco.

Cocina: Para lograr una cocción más uniforme, te recomendamos precalentar las piezas antes de enviarlas al fuego. Los utensilios de material refractario se pueden utilizar en todo tipo de fuente de calor como horno o parrilla, a leña o a gas. También se pueden colocar directamente sobre el fuego.

Temperatura: Nuestros productos tienen la capacidad de conservar el calor de manera eficiente, lo que permite cocinar con temperaturas más bajas, en poco tiempo y con menor consumo. Y, si servís tus preparaciones en nuestros utensilios, las comidas podrán mantener la temperatura perfecta por más tiempo, sin necesidad de recalentar.

Cuidado: Procurá no golpear ni rayar las piezas de material refractario porque podrían rajarse y luego quebrarse.